No hay actividad que más sirva para estimular los sentidos de los peques que la llegada de las estaciones y de estas, el otoño es la más pintoresca: La caída de las hojas son un aliciente y un juego al mismo tiempo para los peques, con lo cual se estimula la motricidad gruesa al correr y perseguir las hojas.
Posteriormente, la percepción del cambio del color es un ejercicio muy interesante para ellos, quienes desde muy pequeños aprenden que las hojas cambiarán su color, del verde al amarillo, rojo y finalmente al marrón, para luego caer al suelo.
Por último, el tacto con manos y pies se realiza al jugar y coger las hojas. Apretarlas hasta ver cómo se deshacen en sus manitas, e incluso hacer con estas hojas bonitos dibujos pegándolas en cartulina y añadiendo los colores que quieran. Con esto se ejercita la motricidad fina y la creatividad.
En El Bosque Encantado damos valor a la naturaleza y los elementos que nos aporta, enseñando a los niños el respeto y cuidado al medio ambiente, en la misma medida que aprovechamos sus recursos para objetivos educativos.
Que tengáis un feliz día!